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Mostrando entradas de diciembre, 2013

Frente a las palmeras (Medellín, Colombia)

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En el sector peatonal de Junín, la tan conocida vía comercial de El Centro, la gente pasa por debajo de las palmeras sin darse cuenta de su presencia. Pero cuando se almuerza en uno de los muchos restaurantes que bordean esta carrera tan conocida, es imposible hacer caso omiso de su presencia. Ya sea porque el verde intenso de sus hojas se roba la atención o porque su follaje obstruye parcialmente la vista. Sin embargo se podría decir que para muchos de los que habitan la ciudad, y para aquellos que la visitan, almorzar sentados a una mesa en un balcón que da a Junín es una forma de tomarle la temperatura a su ambiente citadino y agitado.

Un pesebre casero (Medellín, Colombia)

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A pesar de que la Navidad se ha transformado en un juego de decoraciones, a cual más estridente, la tradición de hacer pesebres se mantiene en muchos lugares de esta ciudad. Se arman en cualquier lugar de los jardines, en las salas de las casas o en los vestíbulos y corredores de los grandes centros comerciales. Sin embargo los que más atraen la atención son los que se encuentra uno en las casas comunes y corrientes como éste que se hizo con las figuras tradicionales afuera de una ventana. El buey no está pero uno se imagina que salió un momentico a pastar cuando pasó todo el alboroto del nacimiento.

Caminar por Junín (Medellín, Colombia)

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Las personas que caminan por la carrera Junín a paso lento o con rapidez, deben sentir aunque sea de manera inconsciente la magia que tiene uno de los lugares más conocidos y transitados por los medellinenses y por quienes visitan esta ciudad constantemente. Este paseo peatonal que atraviesa El Centro ha sido y es un gran eje comercial y a pesar de los grandes cambios que ha experimentado a lo largo de su historia no deja de tener un encanto que atrapa a los transeúntes diariamente.

Mercados Campesinos (Medellín, Colombia)

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Todos los domingos llegan campesinos procedentes de las diferentes veredas de la ciudad, a vender los productos más variados en los mercados que se establecen en los parques o en los amplios andenes de algunos barrios. Zanahorias, tomates o lechugas como éstas recién cosechadas se comercializan directamente por los cultivadores. Son otro atractivo más que ofrece esta ciudad a sus habitantes y a todos aquellos que nos visitan constantemente.

Tramas y texturas (Medellín, Colombia)

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La combinación de tramas y texturas es uno de los pilares de los diferentes tipos de diseño, a veces es el resultado de una detallada aplicación de la geometría y las matemáticas pero en la mayoría de los casos tiene su origen en la observación de la naturaleza. En este caso se combinaron en esta imagen la trama formada por las ramas de un árbol con la trama de una figura decorativa tejida en hilo. Un interesante contraste de tramas, colores y texturas que tal vez llegue a inspirar las creaciones de algún diseñador.

Tomates de San Antonio (Medellín, Colombia)

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Unos tomates poco conocidos en estos parajes y traídos de México, cultivados en San Antonio de Prado (un corregimiento cercano a la ciudad), crean esta composición de verdes que atrae al ojo del observador por la intensidad de su color y la particularidad de su forma. Se venden en esos mercados de la calle que se encuentran a diario en la ciudad. Aunque los domingos en particular se les puede hallar en uno de los Mercados Campesinos que aparecen en cualquier parque, calle o plazuela, como el del Poblado donde unos cultivadores se reúnen semanalmente para atraer a los consumidores con productos cuyo aspecto no está reglamentado por las exigencias de las cadenas de supermercados o el gusto deformado de sus clientes.

Los trucos de la luz (Medellín, Colombia)

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Hasta en un pequeño estanque se puede ver como la luz juega con el ojo del observador. Esta superficie donde se hacen y deshacen reflejos, apenas si deja pasar la imagen de los peces que se reúnen “ansiosos” cerca de la orilla, acostumbrados tal vez a que la gente que se detiene a mirarlos les eche algún alimento. Son figuras con un aire fantasmal. Es como si el agua en su movimiento creara estas criaturas que a causa de cualquier agitación en el ambiente pudieran desaparecer. Pero al fin y al cabo son peces que en el estanque deben fascinarse también con el movimiento del agua y con los juegos de luces que se pueden ver desde su perspectiva.

El verdadero color del sabor (Medellín, Colombia)

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En la mayoría de los casos los colores de los vegetales comestibles abren el apetito de la gente mucho antes que su olor o su sabor. Sobre todo cuando el transeúnte se encuentra con lugares donde los mismos agricultores se encargan de vender sus propios productos. Una ciudad conocida por su vocación industrial y comercial recuerda los orígenes campesinos de sus habitantes en estos sitios donde se puede comprar una gran variedad de géneros sin intermediarios. Aquellos parecen más naturales que los disponibles en los ambientes estériles de los supermercados y su sola vista sugiere que su sabor es más verdadero.