La danza de los millones (Medellín, Colombia)
Se ha dicho siempre que los colombianos se dejan
seducir con facilidad por los juegos de azar. Debe ser cierto si juzgamos esta
aseveración por el número de loterías que diariamente incitan a la gente para
que pruebe su suerte ofreciendo millones.
Sin contar con las rifas domésticas que se
hacen en los barrios, en los colegios y hasta en las iglesias de la mayoría de
las confesiones religiosas, pues al parecer no todas permiten a sus fieles dejarse
llevar por los apremios de la situación económica para tentar el azar.
Pero no se necesita
ser aficionado a invertir dinero en una esperanza azarosa para saber que estas
mesas donde los loteros exhiben sus promesas en pedacitos multicolores están siempre allí esperando, a un lado de la Iglesia de la Candelaria y en otros
puntos de la ciudad, a que la ilusión nos nuble los sentidos. Casi nunca se ven,
sólo aparecen cuando las necesitamos.
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