Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como pesebre

Un pesebre casero (Medellín, Colombia)

Imagen
A pesar de que la Navidad se ha transformado en un juego de decoraciones, a cual más estridente, la tradición de hacer pesebres se mantiene en muchos lugares de esta ciudad. Se arman en cualquier lugar de los jardines, en las salas de las casas o en los vestíbulos y corredores de los grandes centros comerciales. Sin embargo los que más atraen la atención son los que se encuentra uno en las casas comunes y corrientes como éste que se hizo con las figuras tradicionales afuera de una ventana. El buey no está pero uno se imagina que salió un momentico a pastar cuando pasó todo el alboroto del nacimiento.

Nacimiento (Medellín, Colombia)

Imagen
Una preciosa imagen de la exposición de pesebres que se lleva a cabo en un centro comercial de la ciudad. Un año más donde se recuerda un acontecimiento que marcó la historia de la humanidad. En algunos lugares de la ciudad se celebra este Nacimiento con regalos y reuniones. Desafortunadamente muchos de los que viven en esta ciudad perdieron de vista el significado de este acontecimiento y dedican estos días a los excesos del licor, la pólvora y el ruido.

Sólo el viento (Medellín, Colombia)

Imagen
El viento silba y las dunas de arena con su movimiento incesante transforman el paisaje. El hogar de este hombre debe encontrarse a kilómetros de distancia y sin embargo se le ve tranquilo prestando atención a los sonidos del desierto: leves, sutiles. Era una época cuando el silencio era tan apreciado y sin embargo tan común. Qué maravillosos tiempos aquellos cuando el sonido no se derrochaba en niveles tan desaforados como en esta época, en la que vivimos, donde el ruido nos ataca con la misma violencia que las tormentas.

El flautista del pesebre (Medellín, Colombia)

Imagen
Entre los caracteres que aparecen en los pesebres uno puede encontrarse al flautista, que puede ser un pastor encantador de ovejas. Aquí se le ve saliendo de su casa para dirigirse al aprisco donde tiene sus ovejas y llevarlas a pastar o tal vez ensayando alguna de esas melodías nostálgicas que producen las flautas y que acompañan su tarea solitaria mientras contempla el campo que se abre a sus pies. Una escena bucólica reproducida con gran detalle, mientras el suceso que ha marcado gran parte de la historia de la humanidad está a punto de producirse de nuevo.

Musgo (Medellín, Colombia)

Imagen
Aunque los científicos lo llamen bryophyta yo me quedo con la entrañable palabra que siempre conocí: musgo, esa palabra que siempre evoca en mi las largas caminadas hasta los bosques que rodeaban la ciudad, mucho más cercanos que ahora. Salíamos a principios de diciembre en grupos hasta de veinte con ollas y todos los aperos necesarios para hacer el almuerzo a orillas de alguna quebrada de agua fría. El motivo: recoger el musgo que le íbamos a poner a los pesebres. Era uno de los elementos más importantes de esa pequeña representación que armábamos cada año en las salas de las casas, tal vez porque nos transmitía una sensación de frescura cada vez que nos acercábamos a admirar el pesebre o a rezar la novena. Ahora gracias a la fotografía puede apreciarse en detalle la belleza de esta planta diminuta que nunca desaparece de los jardines y que se aprovecha de unas cuantas lluvias para reverdecer.

Noche de Navidad (Medellín, Colombia)

Imagen
Una vez más se celebra en la mayoría de las casas de esta ciudad una de las tradiciones más antiguas de Occidente y Latinoamérica: el nacimiento de Jesús. En nuestra ciudad los pesebres están por todas partes y cada vez el nivel de perfección en la manera de elaborar estos pequeños escenarios se supera.

El arte de hacer pesebres (Medellín, Colombia)

Imagen
Entre los innumerables pesebres que pululan en estos días por todas partes destacan, entre otros, esos que los profesionales en estas lides exponen en almacenes y centros comerciales. Claro que a veces uno prefiere los que la gente arma con todo tipo de imágenes y materiales en los antejardines de las casas, en las esquinas o en los parques para que quien quiera se acerque a rezar la novena entre la algarabía de cascabeles hechos con tapas de botella, panderetas de plástico y los villancicos de toda la vida cantados con la claridad y el entusiasmo de los niños. En esta época de luces y adornos, todavía las festividades se centran en esa pequeña puesta en escena, en ese revival, que en todo Colombia llamamos pesebre.

Natividad (Medellín, Colombia)

Imagen
El nivel de detalles le hace olvidar a uno que está frente a una escena en miniatura. Imperceptiblemente uno se transporta a otra época y presencia el misterio con el que la vida se perpetúa cada vez que nace este niño.

Pesebre II (Medellín, Colombia)

Imagen
En un rincón de una sala se hizo este pesebre. Las paredes de adobe sirven de horizonte a la representación ideada por San Francisco en el siglo XIII. El colorido de las figuras anima el paisaje desértico y monocromático del medio oriente. A un lado de la gruta, adonde se dirigen José y María inexorablemente, está el librito con la novena que se reza por las noches, matizada con los versos tan repetidos y conocidos, pero que nunca pierden el encanto que evocan.

Pesebre (Medellín, Colombia)

Imagen
Los nacimientos en México o belenes en España son los mismos pesebres que se hacen por todas partes y en todos los estilos en esta ciudad. En una calle de Campo Valdés, una ramada protege uno cuyas figuras son tan especiales que su autora las guarda en la casa y sólo las saca por las noches, cuando se va a rezar la novena o, como en este caso, aparece alguno con una cámara fotográfica. Entonces le pide el favor al fotógrafo que espere, entra en la casa y vuelve a salir con sus tesoros y los ubica en el lugar que les corresponde.