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Mostrando las entradas etiquetadas como transporte público

Sí hay camino (Medellín, Colombia)

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Hoy es tan seductor montar en tranvía como caminar por la calle Ayacucho, solos o conversando con los amigos o llevando en la memoria otras caminadas con otras amistades, que quizá ya no estén cerca; aquellos con los que subimos y bajamos muchas veces por los andenes estrechos o montados en los viejos buses destartalados y veloces mirando sin ver las viejas fachadas. Algunas aún se conservan, las otras dieron paso a paredones impersonales, al aspecto anónimo de edificios recién construidos o al comercio desmesurado. La calle Ayacucho por donde han pasado y pasan tantas emociones ha dejado de ser calle para convertirse en viaducto. Sin embargo, continúa siendo la ruta diaria de los que habitan el centro oriente de la ciudad; de los que trasiegan a pie o en tranvía un camino que se ha  convertido además en atractivo turístico .

El nuevo tranvía (Medellín, Colombia)

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El paso del tranvía todavía es una novedad para los habitantes de esta ciudad, aunque ya estén acostumbrados desde hace algunas décadas a vivir en la única ciudad de este país que tiene Metro. Edificios nuevos y antiguos ven pasar suavemente este vehículo que en nada se parece a los viejos tranvías que transportaron a varias generaciones de medellinenses. En su recorrido aún se encuentra con la mirada de asombro de los transeúntes que recuerdan la vieja calle atestada de personas, de carros y de buses.  Ahora la calle que remonta la pendiente en dirección a Buenos Aires, es un espacio amplio que se puede recorrer sin prisas y sin sobresaltos, donde el sonido leve de la campana del tranvía despierta reminiscencias en el inconsciente colectivo.

El metro (Medellín, Colombia)

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Con escasos 20 años de funcionamiento el metro se ha vuelto, para los habitantes y los turistas (que se han convertido en un flujo constante en las calles de esta ciudad), en un icono tan relevante como el edificio Coltejer en las últimas décadas del siglo XX o como el desaparecido Teatro Junín por allá en los años cincuenta. Este sistema de transporte público que como en todas las grandes ciudades es otro atractivo turístico que atrae a los visitantes, aquí tiene la característica de ser uno de los más cuidados del mundo por la gente que lo utiliza a diario.

Tranvía municipal de Medellín (Medellín, Colombia)

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El tranvía, un medio de transporte que pertenece a una época más sosegada que la actual, permanece todavía en la memoria de muchos habitantes de la ciudad y s erá revivido próximamente para proporcionar el mismo servicio que prestó hace décadas por las estrechas calles de la ciudad. Vuelve el tranvía, pero todavía no sabemos si su aspecto será tan nostálgico como éste o su diseño estará más acorde con los tiempos que corren. Lo cierto es que esta hermosa réplica permanecerá, por estos días, en algunas estaciones del Metro para realizar una labor pedagógica entre los habitantes de la ciudad.

Curiosidad (Medellín, Colombia)

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La curiosidad canina es proverbial. Es incluso mayor que la de los seres humanos. Los perros sienten una necesidad innata de enterarse de todo lo que pasa a su alrededor. Basta verlos en las ventanas de las casas, de los automóviles o como en este caso en la ventanilla de un bus de transporte público con la nariz dispuesta, analizando todos los olores que llegan a su magnífico aparato olfativo. En las ciudades modernas o antiguas, y ésta no es la excepción, siempre ha sido una escena común la de los perros desplegando su interés por cualquier objeto inerte o en movimiento, recolectando información para compartirla entre los de su especie y elaborar su propia teoría sobre la vida y la gente, sus aparentes amos. Sin embargo, todo lo aprendido por ellos no está disponible para nosotros, tal vez ellos suponen que no estamos preparados para tal flujo de conocimientos.

Destinos (Medellín, Colombia)

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Cruzando… cruzando caminos pasan hombres y mujeres por las calles de esta ciudad. Lentamente en ocasiones y a veces con imprudencia por en medio de las calles para los carros o por los andenes para los peatones. Nos dejamos llevar por el afán y exponemos la vida diariamente, sin saber que el lugar donde nos aguarda el destino nos espera con paciencia. Hay citas que se cumplen inexorablemente con independencia del tiempo que nos tome llegar.

Teletransportación (Medellín, Colombia)

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La velocidad de este medio de transporte es tal, que hay momentos en los que parece desintegrarse, como en esas escenas de Viaje a las estrellas donde naves y personas se movían de un sitio a otro mediante la teletransportación. Uno se imaginaba moviéndose por la ciudad de estación en estación teletrasportadora para evitar el uso de  los vehículos arcaicos que se usaban y que todavía utilizamos en esta ciudad. En ese entonces uno deseaba tanto como ahora que la realidad se acercara a la fantasía lo antes posible.

Viajeros (Medellín, Colombia)

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Estos usuarios cotidianos del metrocable son los viajeros del futuro que desde ya han empezado a tener contacto con los medios de transporte más modernos. En ese futuro serán los que utilicen o diseñen vehículos que ahora están en las mesas de dibujo o que hoy sólo se ven en las películas de ciencia ficción. Tal vez viajarán a lugares desconocidos por nosotros o permanecerán en la ciudad transformándola o quizá sirviendo de curadores a las construcciones que ambientan nuestra actual vida diaria y para las que apenas si tenemos una mirada de interés. En todo caso se desplazarán por un mundo diferente pero con reminiscencias de este presente que ya mismo se ha vuelto pasado.

Perfiles de metro (Medellín, Colombia)

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Al interior de las estaciones de metro de todo el mundo se han tejido y se tejen innumerables historias, pero pocas dan lugar a que la luz juegue de esta manera con sus estructuras como sucede cada mañana y cada tarde en las de esta ciudad. El observador se ve impulsado a dejarse llevar por la imaginación y a inventarse las historias más sorprendentes o las más inverosímiles, apoyado solamente en el juego de las luces y las sombras que desdibujan o resaltan estas construcciones. Es como si los contrastes que refuerzan las sombras impregnaran de dramatismo unas estructuras tan sencillas como esta. El cielo se recorta contra el techo de la estación y a lo lejos un avión da un vistazo rápido a la ciudad antes de que la oscuridad transforme todos sus volúmenes en una composición de siluetas y perfiles.

Desfile por la Virgen (Medellín, Colombia)

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Cada año por estos días se suceden continuamente los desfiles de todas las flotas de buses, busetas y colectivos que cubren las rutas de los barrios de la ciudad. Desde el viernes pasado empezaron las celebraciones por el día de la Virgen del Carmen y todavía hoy, 19 de julio, estaban atravesando la ciudad estas caravanas que parecen improvisadas, pero que en realidad obedecen a una serie de rituales tan característicos como el de conducir haciendo eses por las calles, sin que ninguno de estos vehículos se accidente. Según parece su homenaje a la Virgen, a la que le encomiendan sus vidas diariamente, es precisamente arriesgarla con entusiasmo.

Una canasta para sus sueños (Medellín, Revista)

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Mientras la gente flota sobre casas y calles, o mira al cielo y siente que de alguna manera milagrosa se ha vuelto ingrávida, es posible que se entregue a los sueños que acarician siempre las personas cuando se sienten tranquilas, o al menos cada vez que deciden sentir su cuerpo y dejarse llevar por la imaginación, como en esos ejercicios de yoga, donde uno se reencuentra con las sensaciones que los sentidos le envían al cerebro constantemente y que muchas veces pasan desapercibidas. El balanceo lento y sostenido de estas canastas sirve para apaciguar el espíritu y para que uno se dedique a desarrollar el producto más querido y maravilloso del cerebro: los sueños.

Atracción paralela (Medellín, Colombia)

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Las paralelas siempre han afirmado que nunca se unen, sin embargo algunos científicos se han atrevido a contradecir esa afirmación, tal vez por que la evidencia de la mirada nos lleva a constatar lo contrario: las paralelas no resisten la distancia sin tratar de unirse y convertirse en una sola o tal vez de cruzarse y seguir su camino alejándose más y más de su antigua compañera. En fin nadie sabe qué pasa en el infinito. Lo que si sabemos, porque lo indican nuestros ojos, es que en las fotografías la tendencia de las líneas a converger en un solo punto se hace mucho más evidente.

Paisaje de adobe con montañas (Medellín, Colombia)

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Las terrazas salpicadas de árboles forman el paisaje que sobrevuelan las cabinas del metrocable: un territorio de adobe y cemento que para muchos habitantes de la ciudad fue desconocido hasta hace algunos años.