Una pared vieja (Medellín, Colombia)
Entre tanto concreto y adobe surgen de vez en
cuando los vestigios de la ciudad vieja, historiada. Paredones de tapia que marcaron
otros ámbitos, diseñados para otros habitantes con necesidades distintas a las
nuestras son descubiertos a veces por los observadores consuetudinarios del
lugar donde viven.
Hoy esas paredes son mancilladas como tantas
otras en la ciudad por el trazo furtivo de las consignas y toda clase de manifestaciones
infligidas por seres anónimos que quieren dejar constancia de su paso. Pero la
indiferencia de los transeúntes les niega hasta ese reconocimiento.
Las paredes
continuarán imperturbables por mucho tiempo, separando lugares y marcando
rumbos. Las marcas que les deja el tiempo no las afecta, más bien las
ennoblece.
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