Bromelias (Medellín, Colombia)

Una combinación de formas engañan al ojo momentáneamente, haciéndole creer que la realidad que se le presenta no es tal y que la imagen corresponde al paisaje subacuatico de un arrecife.
Los colores y texturas de hojas y flores se parecen a esas superficies ásperas, espinosas, de tantos animales que pueblan los arrecifes coralinos. Pero en esta imagen no hay nada que tenga relación con los mares, por el contrario, son plantas que originariamente se aferraban a los troncos de los árboles para estar más cerca, tal vez, de la luz que se filtra con dificultad por entre la vegetación espesa del bosque.
Desarraigadas de sus lugares de origen, estas plantas fueron obligadas a abandonar los ambientes húmedos y poblados de animales grandes y diminutos, para adornar en la ciudad los espacios antisépticos de oficinas y consultorios, dejando huérfanos de belleza y colorido a los árboles que les servían de apoyo.
Su apariencia las ha destinado a permanecer aisladas de sus congéneres hasta que las costumbres cambien y la gente decida que sus lugares de trabajo necesitan otro tipo de decoración, donde las plantas vivas quizá ya no tengan cabida.

Comentarios

  1. Jaime Alberto Barrientos23 de abril de 2010, 9:41

    Y después dicen que Medellín no tiene mar...

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