Casi siempre han sido las rosas y las orquídeas
las que se han llevado los elogios de la mayoría de los amantes de las flores; tal
vez porque estas dos especies son las más conocidas tanto por su belleza y
aroma como por su presencia en la historia de la humanidad las unas o por su
exotismo las otras.
Pero hay flores de todos los tamaños y formas
que sorprenden a quienes las ven por primera vez. Es el caso de la flor de esta
penca que parece vestida para asistir a una de esas fiestas que deben hacer las
hadas, los elfos y todas aquellas criaturas que viven en las tradiciones
milenarias de los pueblos.
Con el intenso color y la elegancia de sus pétalos
parece ataviada por Balenciaga o Valentino.