Hay en la ciudad lugares
como este donde el color verde de los árboles da un toque de tranquilidad. Se
congratula uno al percibir que todavía las mañanas pueden transmitir ese aire apacible
de la luz, cuando el sol ya hace rato que salió a calentar la atmósfera sin alcanzar
a volver pesado el ambiente citadino.
Los árboles se extienden creando manchas de
sombra y el cielo azul se ve alterado sólo por la huella que dejó un avión en
su viaje a lo desconocido.