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Días de fiesta en la ciudad (Medellín, Colombia)

Una multitud se reúne cada mes en el mercado de San Alejo, unos para comprar, otros para vender y muchos para satisfacer su curiosidad.
En un día de fiesta se aglomera más gente en este lugar, esperando que sus expectativas de apropiarse de un poquito de felicidad se cumplan o al menos que sea posible encontrar algún suceso entretenido para olvidar la vida de todos los días, capaz de volver gris cualquier existencia.
Hasta la fuente desaparece entre la multitud que se mueve sin descanso o que se detiene para escoger cualquier rumbo. Al fin y al cabo el desasosiego producido por la ciudad apenas si se calma un poco en medio de tanta gente.

Una multitud en el parque (Medellín, Colombia)

"Un lugar con un montón de toldos donde usted puede encontrar lo que quiera". Esa es la definición más sencilla que he oído de lo que es el mercado de San Alejo. Allí la multitud se reúne cada primer sábado del mes para peregrinar por entre los toldos, a veces para ver los mismos objetos que han venido observando durante los últimos 20 años sin atreverse a llevárselos para la casa o simplemente para ver que novedades puede ofrecer el mundo de las artesanías.
En todo caso, este parque se llena de vendedores y de posibles compradores para repetir el ritual del regateo tan extendido en esta ciudad de comerciantes. Algunas veces el marchante se va con la sospecha de haber sido esquilmado y otras se aleja pensando que ha hecho un buen negocio. De todas maneras este comercio, que recuerda los mercados de los pueblos de Antioquia, continua imperturbable a lo largo de las décadas.

San Alejo (Medellín, Colombia)




Como cada primer sábado del mes, en estos comienzos de octubre se reunieron artesanos y visitantes en el parque Bolívar, para llevar a cabo el ritual de comprar y vender objetos que seducen por su belleza u originalidad.
Los techos de los toldos junto con las mercancías y los atuendos de la gente le pusieron color a una tarde gris.

Medellín en blanco y negro