Una vista de todos los días (Medellín, Colombia)

Para los que vivimos en esta ciudad esta es una imagen tan conocida que nunca nos asombra.
Las casas y pequeños edificios que cubren las lomas alrededor del valle fueron apareciendo lentamente y se tomaron esas superficies sin que apenas nos diéramos cuenta; dándole a las montañas milenarias ese tono ocre tan característico del adobe. Sin embargo todavía se ve, a lo lejos, el familiar perfil verde que rodea esta depresión en medio de los Andes.
Y es que lo cotidiano se vuelve tan familiar que tiende a desaparecer de nuestra mirada. Pero para quienes vienen por primera vez a esta ciudad o para aquellos que la visitan de vez en cuando, siempre será motivo de asombro contemplar un fenómeno arquitectónico que a nosotros nos parece tan natural.

Belleza inquietante (Medellín, Colombia)

Según la señora que vende plantas ornamentales en la plazuela San Ignacio ésta es una gloxinia doble. Y no se sabe si el nombre hace referencia a la conformación de las flores o a una aproximación a la cuantificación de la belleza, porque parece que tanto su forma como la intensidad de su color duplican la perfección de su hermana la gloxinia sencilla.
Pero, a pesar de todo, el esplendor de forma y colorido que despliega esta planta no deja de resultar inquietante, porque recuerda peligrosamente a la planta carnívora de “La pequeña tienda de los horrores”, la famosa película del director Roger Corman.

Entre luces y sombras (Medellín, Colombia)

Los lugares intermedios donde residen seres humanos y donde no prevalece ni la luz ni la sombra podrían adjudicarse más bien a los gatos, esos habitantes de las ciudades que parecen conocer todos los secretos de la gente y de las calles; sobre todo de aquellos sitios que se abren a la noche y donde los misterios parecen más fáciles de aprehender.

El puma de la biblioteca (Medellín, Colombia)

Pasan tantas cosas extrañas en esta ciudad que nadie se sorprende al ver la silueta de un puma, recortada contra el concreto de las paredes en una biblioteca.
Los pocos que lo han visto han pensado que sólo es una sombra o tal vez el juego de la luz sobre el concreto. En verdad no le prestan mucha atención.
Pero otros, los más soñadores tal vez, han creído ver en dicha silueta la representación de uno de esos animales que pueblan los libros de aventuras.
Merodeando por las paredes y reflejándose en los vidrios se pasean los pumas de las ficciones; cansados tal vez de permanecer inertes entre las hojas de los libros de esta biblioteca.

La mirada interior (Medellín Colombia)

En las películas de ciencia ficción las puertas que conducen a los universos paralelos pueden estar en cualquier parte. Tal vez por esa razón esta niña se asoma al interior de San Nicolás para descubrir allí el secreto de su existencia.
La Navidad pasó y es posible que hoy haya un ser humano más sobre este planeta que conozca los misterios de las puertas que aparecen en el camino de la gente sin que se enteren siquiera.
Quizás la mejor manera de ubicar esas puertas será metiendo la cabeza al revés en las grandes fotografías que ponen en las ferias, para que las personas grandes y pequeñas fantaseen con la posibilidad de ser otras. Quién sabe qué sorpresas les aguardan.

En el centro del Centro (Medellín, Colombia)

Quizás para muchos de los habitantes de Medellín el edificio Coltejer ya no sea una referencia como lo fue para muchos de sus habitantes dur...