Los ojos de agua han dado pie en diferentes
culturas al nacimiento de innumerables mitos y leyendas. Seres que son la
perdición de las personas que transitan por sus inmediaciones o que le muestran
el camino a los que se extravían en los bosques o en los descampados.
Pero en las ciudades donde el agua permanece
aislada en pequeñas fuentes mientras juega o permanece quieta, imperturbable, no
es fácil que un paseante desprevenido se vea expuesto a un encuentro sorpresivo
con el mundo de la fantasía.
Después de la desbandada de los personajes mitológicos
como consecuencia de la caída de las religiones politeístas en Occidente Tritón,
el mensajero de las profundidades marinas, pudo haberse refugiado en alguna
fuente como ésta que sirve de complemento a una de las escultura más emblemáticas
de la ciudad.
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