En este mes, como en todos los otros diciembres, este sector que generalmente se mantiene atestado de gente se vuelve más concurrido, si eso es posible.
En una ciudad cuya vocación es el comercio nadie se sorprende de las multitudes que recorren calles y andenes buscando encontrar lo más barato. No importa dónde lo encuentren, si en un almacén o en una de esas como chozas que se arman en los andenes y que se sostienen de manera precaria bajo el peso de tantas mercancías.
Es el famoso Hueco y si alguna vez usted visita la ciudad, no deje de internarse por este sistema de calles y pasajes comerciales que ofrecen hasta lo impensable al bolsillo de los parroquianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario