Una Caperucita se pierde, literalmente, en la lectura de Hansel y Gretel, ese clásico infantil donde el bosque tiene también un papel definitivo en el desarrollo de la historia.
No será que a esta Caperucita, como pasa en tantas versiones distintas a la escrita por Charles Perrault, le da por cambiar la historia original y se interna en la espesura que está a su espalda, en busca, por ejemplo, de la famosa casa de dulce, sin tener en cuenta que tal vez la casa ya no exista o lo que es peor, la casa, después de la desaparición de la bruja, esté convertida en un rancho ruinoso por falta de cuidados, donde los dulces desaparecieron hace tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario