A nuestras espaldas o frente
a nuestros ojos pasan cosas que no podemos explicar de manera lógica. Por eso
tratamos de encontrar argumentos para tranquilizar nuestra mente por hechos que
no tenemos la capacidad de asumir.
Esta vieja silla de la plazuela
San Ignacio aparece completamente deshecha sin que podamos explicarnos cómo
pudo llegar a ese estado de un momento a otro.
Al verlo yo me he
preguntado si no fue quizá el lugar donde Thor el dios del trueno apoyo su contundente
arma y el pobre banco no pudo soportar la presión, o si no sería tal vez que en
su lucha contra algún enemigo ese mazo imponente fue a dar contra él y casi lo
pulveriza.
Queda a la imaginación de
cualquiera explicar este fenómeno que puede verse hoy en una plazuela de la
ciudad.
Muchos dirán que simplemente es una
consecuencia del deterioro normal que el tiempo ejerce sobre las obras humanas,
pero yo me quedo con la idea de que, de alguna manera, esto es obra de ¡¡THOR
el DIOS DEL TRUENO!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario