Pocas
veces se tiene la oportunidad de ver la ciudad desde un punto tan privilegiado,
hasta es posible identificar con toda precisión la casa donde uno vive.
Ver
la ciudad así es como abstraerse de las imágenes que constantemente están a la
altura de la mirada. Hay que pensarlo un poco para conciliar lo que vemos todos
los días con este panorama a vuelo de pájaro, o será mejor decir a vuelo de satélite.
Aunque esta ciudad
tiene muchos puntos privilegiados que permiten verla desde las alturas, el
hecho de pararse, literalmente, sobre ella no deja de producir una sensación extraña.
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