El tradicional edificio
de la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia donde han recibido
formación médica tantos profesionales permanece inalterado frente al paso del
tiempo. Profesionales como el doctor Antonio Ramírez uno de los mejores
cirujanos en cardiología que por allá en los setenta hacía operaciones a corazón
abierto y salvaba vidas de tantos enfermos de pacientes de enfermedades
cardiovasculares se formaron en este edificio.
Hombres que tal vez se asomaron a estas
ventanas y contemplaron diariamente esta arquitectura sobria al llegar a recibir
sus clases, donde otros profesionales se preocupaban por la formación de su compromiso
con el conocimiento y con el ser humano.