Una vista de todos los días (Medellín, Colombia)

Para los que vivimos en esta ciudad esta es una imagen tan conocida que nunca nos asombra.
Las casas y pequeños edificios que cubren las lomas alrededor del valle fueron apareciendo lentamente y se tomaron esas superficies sin que apenas nos diéramos cuenta; dándole a las montañas milenarias ese tono ocre tan característico del adobe. Sin embargo todavía se ve, a lo lejos, el familiar perfil verde que rodea esta depresión en medio de los Andes.
Y es que lo cotidiano se vuelve tan familiar que tiende a desaparecer de nuestra mirada. Pero para quienes vienen por primera vez a esta ciudad o para aquellos que la visitan de vez en cuando, siempre será motivo de asombro contemplar un fenómeno arquitectónico que a nosotros nos parece tan natural.

Comentarios