En esta ciudad, como todo el mundo sabe, nunca están de más las flores. Aparecen en cualquier parte y se roban el interés de todo el que pasa por aquí y hasta de los que caminamos todos los días en este sector del planeta.
Tal vez se deba a la especial ubicación geográfica del lugar o al sol que siempre aparece aunque llueva mucho, o quizá a los vientos. Lo cierto es que las flores están constantemente en la diaria realidad de los habitantes del valle.
Como en esta composición donde las delicadas siluetas de las flores se destacan contra el sempiterno azul del cielo, que sólo cambia de tonos pero que pocas veces desaparece tras las nubes de un día opaco.
En este día, como casi siempre, el azul resaltaba por contraste los colores de la ciudad y de sus flores.
Ese cielo azul siempre es inalcanzable para ellas pero, a pesar de todo, siempre intentan llegar a él.
ResponderEliminarHe venido siguiendo tus posts, desde las fotos hasta esa poética de ciudad que esbozas, porque croe que hay más. Por ello, te felicito
ResponderEliminarUn simple mortal que trasunta el cyber espacio