La imagen de una tarde frente a la Veracruz (Medellín, Colombia)

Esta iglesia, una de las más antiguas de la ciudad y patrimonio cultural de la nación, se encuentra en todo el corazón de El Centro; durante siglos ha dominado un espacio que es pequeño a los ojos de los actuales habitantes pero que para quienes la construyeron era una plazuela a escala muy humana dadas las dimensiones de la vieja Villa de la Candelaria.
Diariamente pasan por allí cientos o quizá miles de personas para quienes este lugar puede ser muy significativo o no, pero que de todas maneras marca un hito arquitectónico y cultural en la vida de una ciudad de tantos contrastes.

Cabeza de náufrago (Medellín, Colombia)

Un detalle que complementa la gran escultura de La Vida de Rodrigo Arenas Betancur trae a la mente uno de esos naufragios que se han descrito tantas veces en la literatura o que hemos visto en las películas de aventuras escenificadas en los famosos mares del sur atravesados por galeones y bergantines.
Tal vez sea una representación de otra cosa, pero en los momentos que vive este país, uno no deja de asociar esta cabeza que sobresale del agua con un náufrago desconocido que yace en una playa de una isla perdida en el mapa.

Combinaciones (Medellín, Colombia)

Este es un edificio que podría haber sido construido en cualquier ciudad; no tiene características especiales en su diseño que lo hagan resaltar de los múltiples edificios que estamos acostumbrados a ver en las pequeñas y grandes urbes.
Sin embargo la combinación de su fachada con el amoblamiento urbano de una plaza enriquece su apariencia, al menos desde el punto de vista fotográfico.

Tritón (Medellín, Colombia)

Los ojos de agua han dado pie en diferentes culturas al nacimiento de innumerables mitos y leyendas. Seres que son la perdición de las personas que transitan por sus inmediaciones o que le muestran el camino a los que se extravían en los bosques o en los descampados.
Pero en las ciudades donde el agua permanece aislada en pequeñas fuentes mientras juega o permanece quieta, imperturbable, no es fácil que un paseante desprevenido se vea expuesto a un encuentro sorpresivo con el mundo de la fantasía.
Después de la desbandada de los personajes mitológicos como consecuencia de la caída de las religiones politeístas en Occidente Tritón, el mensajero de las profundidades marinas, pudo haberse refugiado en alguna fuente como ésta que sirve de complemento a una de las escultura más emblemáticas de la ciudad.

Vestida de fiesta (Medellín, Colombia)

Casi siempre han sido las rosas y las orquídeas las que se han llevado los elogios de la mayoría de los amantes de las flores; tal vez porque estas dos especies son las más conocidas tanto por su belleza y aroma como por su presencia en la historia de la humanidad las unas o por su exotismo las otras.
Pero hay flores de todos los tamaños y formas que sorprenden a quienes las ven por primera vez. Es el caso de la flor de esta penca que parece vestida para asistir a una de esas fiestas que deben hacer las hadas, los elfos y todas aquellas criaturas que viven en las tradiciones milenarias de los pueblos.
Con el intenso color y la elegancia de sus pétalos parece ataviada por Balenciaga o Valentino.

Sobre el agua (Medellín, Colombia)

Del agua de un pequeño lago y rodeada por un grupo de tortugas que esperan con paciencia, sobresale un pedazo de roca.
Para subirse a su superficie y aprovechar los rayos del sol tropical que ilumina esta ciudad las tortugas esperan durante horas a que haya un resquicio por donde desalojar a las que alcanzaron un lugar antes que ellas.
Esa debe ser la cotidianidad de estas habitantes permanentes del lago: eternizarse expuestas al sol, flotar alrededor de la piedra y comer nenúfares o lo que sea que coman estas criaturas supervivientes de tantos milenios.

La Carreta Literaria (Medellín, Colombia)

Por estos días llegó un hombre desde Cartagena de Indias a las calles de esta ciudad para desarrollar su labor de promoción de lectura.
Con sus sombreros de espuma elaborados en algún rincón de este país se dedica a encantar y seducir a todos los públicos con sus libros.
Desde el 22 de mayo de 2007 está recorriendo la ciudad amurallada, la región Caribe y en general toda la república. Hasta en el exterior ha estado con su cargamento de libros y sombreros.
Los que asistieron al Jardín Botánico para antojarse de libros pudieron disfrutar de esta novedosa forma de acercar la literatura a la gente.

Una tarde de libros (Medelín, Colombia)

La gente de todas las edades y sobre todo libros de todos los estilos y formatos se dieron cita hasta el pasado 22 de septiembre en el Jardín Botánico de la ciudad, como cada año por estas fechas.
Novedades y libros clásicos para todos los gustos, pero especialmente nuevos lectores o lectores en potencia se mezclaron en los puestos donde las diferentes librerías y editoriales expusieron sus tesoros.
A pesar de la queja (“a la gente no le gusta leer”) de las entidades conocedoras del tema, esta llamada anual a acercarse a los libros siempre es un éxito, al menos en cuanto a concurrencia se refiere.

Hojas, flores y agua (Medellín, Colombia)

Saber mirar es el consejo que siempre dan los profesores de las facultades de arte o las academias de diseño.
La realidad cotidiana está llena con los ejemplos de la belleza que se puede encontrar en los lugares que vemos todos los días y a los cuales dirigimos nuestros ojos de manera automática, sin ver.
De pronto se forman enfrente nuestro unos cuadros que parecen obedecer a un plan preconcebido pero que son el producto de la casualidad o del azar.
Las hojas grandes y siempre verdes combinadas con unas sencillas flores (empinadas para poder ver más allá), necesitaban las salpicaduras del agua para conformar esta imagen fotográfica.

Una caja misteriosa (Medellín, Colombia)

Desde los confines de la historia las cajas, que varían de volumen y materiales según las necesidades de quien las vaya a utilizar, han adquirido en ciertas ocasiones un halo de misterio, sobre todo cuando se las encuentra en lugares desusados o cuando abrirlas se presenta como un problema difícil de resolver.
Es el caso de ésta caja que sorprende a quienes visitan por estos días el Jardín Botánico de la ciudad suscitando toda clase de hipótesis.
Permanece allí al sol y al agua, flotando imperturbable mientras la vegetación trata de formar en torno a ella un círculo protector y la gente se hace preguntas, mientras pasea alrededor del lago.

En el centro del Centro (Medellín, Colombia)

Quizás para muchos de los habitantes de Medellín el edificio Coltejer ya no sea una referencia como lo fue para muchos de sus habitantes dur...