Aunque parezca cosa de fábula o de Las mil y una noches, a veces la sombra se embolata entre tantas sombras estáticas o en movimiento que hay por ahí. Se pone a seguir a cualquier otro o se queda quieta, fundida con la de un edificio o un poste. Pero siempre siente la necesidad de encontrar a su dueño.
Este hombre que mira hacia atrás con la confianza de quien sabe que tiene una sombra como cualquier objeto sólido, no sabe que esa sombra a sus pies pudo haber estado perdida o revuelta con otras… y hasta es posible que no sea la suya.
Este hombre que mira hacia atrás con la confianza de quien sabe que tiene una sombra como cualquier objeto sólido, no sabe que esa sombra a sus pies pudo haber estado perdida o revuelta con otras… y hasta es posible que no sea la suya.
Hermoso, sencillamente hermoso.
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