Durante unas semanas este marranito estuvo en el mostrador del lugar donde se toma el mejor café en Medellín. Fiel a la fama de omnívoros de los de su especie, recibía monedas y billetes de todas las denominaciones y de cualquier divisa.
Hace mucho tiempo que Pepito fue reemplazado, pero el sabor del tinto que hacen allí no cambia.
Hace mucho tiempo que Pepito fue reemplazado, pero el sabor del tinto que hacen allí no cambia.
Lo dicho, a todo marrano le llega su 31.
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