A espaldas de los
millones de habitantes citadinos medran estos pequeños seres que también son habitantes
de la ciudad.
Estos grillos, dolor de
cabeza de todos los jardineros, forman parte de la variedad de la vida casi
invisible, que medra entre las plantas de la ciudad, indiferente a las preocupaciones y
alegrías diarias de hombres y mujeres.
Tal vez las aves que viven en los árboles son
las únicas que se preocupan por que la provisión de insectos nunca se acabe.
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