Una caja misteriosa (Medellín, Colombia)

Desde los confines de la historia las cajas, que varían de volumen y materiales según las necesidades de quien las vaya a utilizar, han adquirido en ciertas ocasiones un halo de misterio, sobre todo cuando se las encuentra en lugares desusados o cuando abrirlas se presenta como un problema difícil de resolver.
Es el caso de ésta caja que sorprende a quienes visitan por estos días el Jardín Botánico de la ciudad suscitando toda clase de hipótesis.
Permanece allí al sol y al agua, flotando imperturbable mientras la vegetación trata de formar en torno a ella un círculo protector y la gente se hace preguntas, mientras pasea alrededor del lago.

El generoso regalador de minutos (Medellín, Colombia)

Una imagen común en esta ciudad es la de los vendedores de minutos que recorren las calles de El Centro o se establecen permanentemente en un parque o en una esquina concurrida para alquilar celulares, generalmente por cortos períodos de tiempo. Vender minutos es un negocio generalizado.
Pero en este caso particular este dueño del tiempo (metafóricamente hablando) es un personaje que comparte con un transeúnte elegido al azar un minuto de lectura. Generalmente se trata de poemas que duran alrededor de 60 segundos.
Y lo mejor de todo es que no cobra por su lectura, aunque su actividad está inspirada en un vendedor.

Campo de maracas (Medellín, Colombia)

Esta planta (Zingiber Spectabile) originaria de Sumatra, Tailandia, Malasia e India y conocida popularmente como maraca ha ido conquistando gracias a su impactante forma y llamativos colores, las floristerías y jardines de esta ciudad, amante de las flores.
Sobran las palabras cuando se observa la florescencia de estas plantas, tan extraña a la concepción que desde siempre se ha tenido de las flores por estos rumbos. Si bien es cierto que cada planta ha diseñado su propia forma de atraer insectos y pájaros para su polinización también lo es que unas se han esforzado más en el apartado de la originalidad.

La calle de los dinosaurios (Medellín, Colombia)

No es extraño encontrarse en una calle de cualquier ciudad del mundo con las situaciones más extrañas.
Pero, que al caminar por una de las calles más concurridas de esta ciudad un ciudadano desprevenido se tope sin ninguna preparación con un par de dinosaurios si es una novedad.
Algunos pensarán que son el producto de algún fabricante de atracciones mecánicas, pero yo estoy por creer que al igual que pasa con tantas criaturas en muchas  novelas y películas es posible que esa pose de marionetas, (su tamaño descomunal debería servir a cualquiera para empezar a desconfiar) sea únicamente una estrategia de camuflaje y que en las madrugadas o en las noches muy oscuras recorran la ciudad buscando una salida; pero como en el poema de Kavafis la ciudad siempre les acompaña.
Por lo pronto tendrán que seguir recurriendo al disfraz de estatua viviente para perdurar. Hasta que a alguno de ellos se le ocurra una forma de escapar.

Salta, salta, salta... (Medellín, Colombia)

El lazo que ha golpeado rítmicamente el suelo de tantos andenes, patios o calles de barrio desde el comienzo de los tiempos, acompaña la vitalidad de unos niños.
En un parque de la ciudad, pobre de árboles pero lleno de multitud de tipos humanos la gente que pasa se contagia de la alegría inmediata de estos niños, cuyo color de piel refleja a la mayoría de la gente de este país.

Diseño minimalista (Medellín, Colombia)

Una pequeñísima flor es el ejemplo perfecto de que en la naturaleza pueden prosperar muchas formas de vida independientemente de su tamaño.
En una ciudad donde la gente está acostumbrada a convivir cotidianamente con la exuberancia de bromelias, heliconias u orquídeas se pueden encontrar flores como ésta que además de sus reducidas dimensiones ofrecen al mundo la simpleza de su escueto y sin embargo impactante diseño; no sólo por la forma de los pétalos sino también por su esplendoroso color amarillo.
Por la combinación del amarillo de la flor con el verde de las hojas de esta planta, podría pensarse en una composición hecha adrede para atraer la atención de algún observador minucioso o de alguna especie particular de insecto.

Visión urbana (Medellín, Colombia)

La imagen que la gente tiene de las ciudades se ve moldeada e influenciada constantemente por nuevas construcciones, donde las más recientes propuestas arquitectónicas y de diseño urbanístico moldean el panorama construido por los seres humanos.
Independientemente de la perspectiva que un ciudadano asuma frente a ésta transformación es indudable que su percepción del lugar donde vive se ve afectada por nuevas edificaciones (acertadas o no) que en una ciudad tan dinámica como ésta, siempre están a la orden del día.

En un jardín de Perú (Medellín, Colombia)

En el barrio Boston, a unas cuantas calles de El Centro todavía se encuentran casas cuyos jardines son cuidados con esmero. Son algo así como un oasis para la vista, donde la gente se entrega aún a la actividad mesurada de sembrar y podar plantas que riñe con el mundo acelerado de las ciudades.
Unas pequeñas flores que no alcanzan los tres centímetros de diámetro se abren constantemente al cielo de este valle frente a una casa de la calle Perú.
No tienen mucho perfume al parecer pero su intenso color contrasta con el gris de los andenes y el asfalto que rodean el pequeño jardín citadino.

Un rincón oriental (Medellín, Colombia)

En las ciudades europeas han aparecido, especialmente desde el siglo XVIII, propuestas arquitectónicas inspiradas en oriente. En Europa con su gusto por lo exótico como es el caso de la arquitectura oriental pueden verse, en diferentes capitales y ciudades construcciones levantadas en los terrenos contiguos a palacios reales o en medio de zoológicos y lugares públicos, varios ejemplos de la chinoisserie europea basada en la aparición de formas y elementos decorativos chinos o japoneses por mencionar sólo dos países que han tenido una gran influencia en las artes del viejo continente.
En esta ciudad, donde no existe un barrio chino y mucho menos algún sector japonés, dicha producción se ve en objetos aislados cuya inspiración se remonta a la arquitectura o a la decoración orientales.
Esta imagen de una pagoda realizada al parecer en granito rememora, para los habitantes de este valle encerrado en su propia historia, otros lugares y otros rincones que sólo se ven en las diferentes publicaciones que los medios de comunicación masiva ponen a nuestra disposición.
Es interesante ver el contraste que se produce entre la pequeña figura de granito y las “conservadoras” que adornan con sus flores tantos balcones de la ciudad, aclimatadas desde hace mucho a un entorno menos frío que las montañas de los departamentos del centro de país.

Mármol y vidrio (Medellín, Colombia)

En los alrededores de una de las zonas más características del lado centro occidental de la ciudad es posible ver esta escultura: una de esas obras abstractas que le permiten múltiples interpretaciones al observador.
Entre árboles y jardines va integrándose cada vez más con el terreno, como si siempre hubiese sido común en la naturaleza la combinación de la textura rugosa y opaca del mármol con el brillo transparente del vidrio.

En el centro del Centro (Medellín, Colombia)

Quizás para muchos de los habitantes de Medellín el edificio Coltejer ya no sea una referencia como lo fue para muchos de sus habitantes dur...