Danza de agua con anturios rojos (Medellín, Colombia)

Entre la transparencia del agua detenida en pleno salto y el rojo de los anturios se establece un equilibrio visual que parece pensado de antemano.
Pero la fluidez del agua es tan imprevisible que sería difícil planear una danza como esta en todos sus detalles. Sólo es seguro que los chorros de agua saltarán pero las formas que adopten al caer serán dictadas por el azar únicamente.
Lo único fijo es el color de los anturios y los planos de diferentes colores con que participa la arquitectura del fondo.
Una ciudad tan encantada por las flores como ésta debe mantener una estrecha relación con el agua, tal vez por eso haya tantas fuentes, aunque no tantas como debiera.

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