La realidad de Medellín va más allá de la imagen oficial. Queremos mostrar el rostro de una ciudad que parece cambiar cada día. Aunque la arquitectura permaneciera inalterada, la atmósfera, la naturaleza y la gente influirían en su aspecto de manera constante.
En Venezuela le dicen Cariaquito morado (pues, para los que son morados, claro) y es un espectáculo verlos a pleno sol, dan alegría a la vía y a la vida...
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