Algo tienen las escalas sin final aparente que hacen pensar en el futuro. Parecen hacernos creer que si persistimos en subir, podremos conseguir el cumplimiento de alguna promesa o la revelación de un secreto decisivo para nuestra vida. Algo nos dice que quien logre subir todos los peldaños con paso seguro, o aunque sea con el corazón indeciso, logrará influir en su destino.
La realidad de Medellín va más allá de la imagen oficial. Queremos mostrar el rostro de una ciudad que parece cambiar cada día. Aunque la arquitectura permaneciera inalterada, la atmósfera, la naturaleza y la gente influirían en su aspecto de manera constante.
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