Si se juzga por la exhuberancia de la vegetación que lucha por ocultarla, esta iglesia podría estar al borde del abandono. Sin embargo su santo patrón espera con paciencia la llegada de los fieles que aunque sean pocos, justificarán el cuidado que revelan algunas partes del jardín.
La realidad de Medellín va más allá de la imagen oficial. Queremos mostrar el rostro de una ciudad que parece cambiar cada día. Aunque la arquitectura permaneciera inalterada, la atmósfera, la naturaleza y la gente influirían en su aspecto de manera constante.
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