Quién sabe qué luchas calladas e imperceptibles habrán tenido que librar estos árboles para impedirle a las tejas cubrir todo el terreno.
A pesar de que aparecen confinados a un área pequeña, es innegable que al menos esta batalla por un lugar donde crecer, la ha ganado la naturaleza.
Y mientras el árbol siga creciendo, la batalla estará ganada.
ResponderEliminarSencillamente, poético, así como tus palabras en cada espacio que tu lente toca.
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