Esta panorámica del centro de la ciudad, que la luz opaca del día luchaba por despojar de todo color, como si quisiera marcar cada cosa con el acento monocromático del gris, se iluminó de pronto cuando apareció en primer plano el verde brillante de una cheflera.
La realidad de Medellín va más allá de la imagen oficial. Queremos mostrar el rostro de una ciudad que parece cambiar cada día. Aunque la arquitectura permaneciera inalterada, la atmósfera, la naturaleza y la gente influirían en su aspecto de manera constante.
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