A veces uno mira la ciudad desde un lugar nuevo
y siente como si por fin estuviera despidiéndose de ella. O como si regresara
de un viaje muy largo y los sentimientos que le ha imbuido durante el tiempo
que la ha habitado se vigorizaran con una fuerza demoledora al parecer.
De todas formas es inevitable que la ciudad donde
se ha pasado la mayor parte de la vida marque nuestra existencia, y se sienta
como un vuelco, o un tropiezo en el paso inquieto del corazón cuando se la ve
desde un ángulo diferente, novedoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario