Uno de los primero antropólogos y etnólogos de
América: Fray Bernardino de Sahagún quien escribió Las cosas de la Nueva España
por allá en los años de la colonia se hubiera maravillado al ver esta flor
desmesurada y quizá, si hubiera vivido en estos rumbos y no en México, nos
hubiera podido dar noticias de los usos que los habitantes del Valle de Aburra
le daban a este arbusto y sus flores.
En el jardín de la Biblioteca Pública Piloto para
América Latina se abren estas flores de un anaranjado extravagante para todo
aquel que desee contemplarlas y extasiarse con su tamaño y color como le debe pasar
a esa multitud de insectos diminutos que conviven con los seres humanos sin que
apenas nos percatemos de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario