Basta hacer girar la manivela y la melodía de
la extraordinaria canción de Barbra Streisand revive las memorias que uno ha ido
recopilando en la vida. No es necesario rememorarlas todas, basta saber que ahí
están en la mente; que son el producto de todas las experiencias que lo han
hecho a uno ser lo que es.
Este desnudo mecanismo de una caja de música recuerda
con su sonido que no hay que rendirse cuando la madrugada se acerca, que la
noche se convertirá también en recuerdo como dice la canción y que un nuevo día
se está preparando en algún lugar para ser vivido con intensidad.
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