Con las plantas pasa lo mismo que sucede con las creaciones humanas: durante algún tiempo se ponen de moda algunos
colores, formas y hasta texturas.
De pronto uno empieza a ver en la mayoría de
los jardines un determinado tipo de vegetación que le imprime a la ciudad un
aspecto particular, diferente a como lucía en otras épocas o a como lucirá en
el futuro.
Pero eso es normal, supongo, si tenemos en
cuenta la necesidad del ser humano por la novedad.
Estas plantas aparecieron de pronto en los
jardines públicos y de pronto invadieron antejardines y materas a lo largo y
ancho tanto de la ciudad como de las poblaciones vecinas.
Lo cierto es que sus tonos combinan de tal manera
que parecen diseñados para crear allí donde se siembran un hermoso efecto decorativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario