Mientras las miradas se posen en el cuerpo de la mujer desnuda o intenten ignorarla, la pareja que se esconde detrás permanecerá invisible a los miles de ojos que recorren el lugar. Ella los observa disimuladamente y les transmite con palabras inaudibles un sentimiento de seguridad.
La realidad de Medellín va más allá de la imagen oficial. Queremos mostrar el rostro de una ciudad que parece cambiar cada día. Aunque la arquitectura permaneciera inalterada, la atmósfera, la naturaleza y la gente influirían en su aspecto de manera constante.
¿Botero estaría pensando en este tipo de situaciones cuando se decidió por sus voluminosas esculturas?
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