Esas rejas que resaltan con su simplicidad las líneas clásicas de esta casa no parecen tener una función decorativa solamente, acaso eviten también que la realidad de afuera, trastorne la calma que se adivina al interior de sus paredes.
La realidad de Medellín va más allá de la imagen oficial. Queremos mostrar el rostro de una ciudad que parece cambiar cada día. Aunque la arquitectura permaneciera inalterada, la atmósfera, la naturaleza y la gente influirían en su aspecto de manera constante.
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